El cinismo se define como desvergüenza o descaro en el mentir, o en la defensa y práctica de actitudes reprochables. Esta última acepción, la de defensa y práctica de actitudes reprochables es la que define lo que nuestro Alcalde está haciendo para denigrar la sentencia que la Justicia ha adoptado sobre el tema de la subvención a la Iglesia de Entrepinos.
Todos conocemos ya la historia. Saltándose todas las leyes a la torera; según acaba de declarar el tribunal que lo ha sentenciado, nuestro Alcalde quiso hacer una subvención de 300.000 € para la Iglesia de Entrepinos que la Justicia ha desbaratado declarándola ilegal. Fundamentalmente, porque las relaciones con las iglesias son cosas de Estado; y nuestro Alcalde se cree que es Estado, pero no, no lo es.
El Alcalde, después de conocer la sentencia, hizo unas declaraciones que le delatan, adoptando una postura de defensa de una actitud reprobada (cinismo). Dijo: «Acato la sentencia, como no podría ser de otra manera, y no recurriremos pues son defectos subsanables»“Está claro, si estaba conforme con la sentencia no ha lugar a éstas declaraciones; ni subsanables ni no subsanables, salvo que actúe con cinismo y pretenda salirse con la suya como sea, ¿o es que sigue pensando en burlar la ley para hacer lo que ha sido declarado ilegal? ¿Tenemos que seguir alerta esperando una desleal jugarreta?
Olvida que sus ilegalidades nos cuestan mucho dinero a los simanquinos a los que parece ignorar. Hasta ahora debe pagar a cuatro abogados, dos procuradores y los gastos que haya originado por este tema, y ya que fue capricho suyo ¿lo va a pagar de su bolsillo? Porque a los simanquinos ya nos ha arruinado.
Todos conocemos ya la historia. Saltándose todas las leyes a la torera; según acaba de declarar el tribunal que lo ha sentenciado, nuestro Alcalde quiso hacer una subvención de 300.000 € para la Iglesia de Entrepinos que la Justicia ha desbaratado declarándola ilegal. Fundamentalmente, porque las relaciones con las iglesias son cosas de Estado; y nuestro Alcalde se cree que es Estado, pero no, no lo es.
El Alcalde, después de conocer la sentencia, hizo unas declaraciones que le delatan, adoptando una postura de defensa de una actitud reprobada (cinismo). Dijo: «Acato la sentencia, como no podría ser de otra manera, y no recurriremos pues son defectos subsanables»“Está claro, si estaba conforme con la sentencia no ha lugar a éstas declaraciones; ni subsanables ni no subsanables, salvo que actúe con cinismo y pretenda salirse con la suya como sea, ¿o es que sigue pensando en burlar la ley para hacer lo que ha sido declarado ilegal? ¿Tenemos que seguir alerta esperando una desleal jugarreta?
Olvida que sus ilegalidades nos cuestan mucho dinero a los simanquinos a los que parece ignorar. Hasta ahora debe pagar a cuatro abogados, dos procuradores y los gastos que haya originado por este tema, y ya que fue capricho suyo ¿lo va a pagar de su bolsillo? Porque a los simanquinos ya nos ha arruinado.
Fermín
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