Nos lo cuenta Juan Ortega Rubio, catedrático de la Universidad de Valladolid, en el capítulo La inquisición en Valladolid durante los reinados de Felipe IV, Carlos II y Felipe V. de su libro, Investigaciones acerca de la Historia de Valladolid, de 1887.
Realmente nos narra dos acontecimientos casi simultáneos: el recordatorio de que el Pisuerga (que se sale de madre cuando le parece) en 1636 provocó el mayor desbordamiento del que se tiene información, y la historia de nuestra heroína
-Después de dar cuenta el “Manual Histórico de Valladolid, (publicado por D. José Francés de Alaiza en El Correo de Valladolid de 1845) de la terrible inundación que sufrió esta ciudad el 4 de febrero de 1636, siendo rey Felipe IV, añade: “En el mismo año, y para aplacar sin duda la cólera celeste, se celebró en 22 de junio un auto público de fé, al que salieron veinte y ocho reos; diez judaizantes, ocho hechiceros, tres bígamos, tres blasfemos, una beata, un fingido ministro de la Inquisición y dos hereges en estátua. La beata era una vecina de Simancas á quien llamaban
Sobre el desbordamiento del Pisuerga de aquel mismo año las crónicas dicen: "el caudal del Pisuerga comenzó a crecer y durante 48 horas sus aguas cruzaron sobre la baranda del Puente Mayor. Los datos que figuran en el informe remitido al rey hablaban de más de 150 muertos y la ruina de 800 edificios".
Otros desbordamientos importantes se produjeron en 1739, 1788, 1855, 1955, 1962 y en el 2001 que llegó a los
En la imagen, la señal situada en la tapia del Convento de Santa Teresa, en la Rondilla, frente al viejo Hospital Río Hortega de Valladolid, señalando la altura alcanzada por la riada de 1636.
Fermín.
2 comentarios:
Enhorabuena por estas entradas. Nos sirven para conocer mejor el lugar donde vivimos y de dónde venimos.
Gracias por estas historias que, de otra manera, por unas causas u otras, no llegaríamos a conocer y que hacen sentirte más cercano al lugar donde vivimos.
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